Truth (La Verdad) es la primera película que dirige James Vanderbilt, guionista de unos cuantos éxitos de crítica como Zodiac, o de taquilla como las dos últimas de Spiderman. Basada en una historia real narrada en un libro escrito por Mary Mapes, nos cuenta la investigación periodística sobre las posibles falsedades cometidas en su juventud por George W. Bush para evitar ir a Vietnam, y la posterior persecución a la que fueron sometidos la propia Mapes (productora del informativo 60 Minutos de la cadena CBS), Dan Rather (mítico presentador de 60 Minutos) y el resto de periodistas.
La promoción de la película quizá nos engañe un poco al poner a Robert Redford como cabeza de cartel, ya que en realidad sus apariciones son bastante breves; pero es verdad que la presencia de Dan Rather gravita sobre toda la historia, y su carisma y prestancia en la pantalla le sientan de maravilla al famoso presentador. La que sí aparece en todas las escenas es Cate Blanchett, interpretando a Mary Mapes, y nos regala un recital de talento de los que dan ganas de aplaudir al final. Ambos estan magníficamente acompañados por un desfile de rostros conocidos del cine, como Bruce Greenwood (Star Trek), Dennis Quaid (El Chip Prodigioso), Topher Grace (Spiderman 3) o Stacy Keach (American History X); o la televisión, como Elizabeth Moss (Mad Men), John Benjamin Hickey (Big C, Hannibal) o David Lyons (The Cape, Revolution).
La película nos recuerda a los clásicos del género, en especial a Todos los Hombres del Presidente; tener a Robert Redford en el reparto y mencionar el caso Watergate con todas sus letras es una evidente declaración de intenciones. Pero también hace uso de lo mejor del cine actual: el montaje frenético, los diálogos electrizantes y la velocidad a la que se suceden los acontecimientos se enfrentan de cara y vencen con holgura el riesgo de lentitud que amenaza a películas de este estilo. La vida personal de Mary tiene la presencia justa para que lo que le ocurre nos emocione más (al resto de los personajes sólo llegamos a conocerles por su trabajo). Para el público no estadounidense, el escándalo referido al historial militar de los candidatos a la presidencia puede resultarnos un tanto lejano; pero la película nos cuenta cosas mucho más universales y actuales sobre los abusos de los poderosos. También hace gala de un idealismo nostálgico que nos recuerda a nuestra adorada The Newsroom. Truth es una oda al periodismo de la vieja guardia, y nos muestra las dificultades de éste para enfrentarse a la competencia de la telerrealidad, la facilidad de Internet para amplificar la oposición a cualquier argumento, y la dificultad de verificar la información cuando cualquiera puede crear en su propia casa una simulación perfecta de un documento original.
Gracias a Sensacine pudimos disfrutarla un día antes de su estreno (y en versión original, yay!). Nuevamente, nos encontramos ante una película que posiblemente no sea la primera opción de nuestros lectores habituales, y sin embargo, ¡la recomendamos con entusiasmo!
Escrito por Mario Villar
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- Golpe de revés - 25 septiembre, 2023
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