Movistar+ nos invitó, en primicia casi total, a conocer la nueva apuesta de CW: Riverdale. El concepto es cuando menos sorprendente: una adaptación de los cómics de Archie, que para el que no los conozca (son famosísimos en el mundo anglosajón y más bien anecdóticos aquí), es una serie de historietas sobre adolescentes de lo más inocente; pero trasladado a la época actual y con un estilo que quiere recordar a las series de los 90, por un lado las típicas de adolescentes y por otro las de crímenes en su vertiente «pueblo idílico que esconde un lado oscuro».
La mayoría de los personajes jóvenes los interpretan actores debutantes o poco conocidos, aunque de físico tan ajustado al patrón de CW que creemos haberles visto antes; pero entre los secundarios adultos encontramos nada menos que a Luke Perry, el mítico Dylan McKay de Beverly Hills 90210; y a Mädchen Amick, la recordada Shelly de Twin Peaks. Ya desde el reparto la serie planta bien firme la bandera de sus referencias.
El episodio nos presenta las versiones gritty reboot de los personajes clásicos del cómic. Archie es un joven dividido entre sus estudios, la empresa familiar, su recién encontrada pasión por la música… y haber sido testigo de un suceso terrible que no puede revelar porque supondría descubrir su tórrido idilio de verano con una de sus profesoras. Betty es una joven que lucha contra sus padres sobreprotectores, la sombra de su hermana mayor antaño perfecta y posteriormente caída en desgracia, y su amor no correspondido por Archie. Veronica es la recién llegada al pueblo, ex-rica heredera que huye de la gran ciudad tras el encarcelamiento de su padre por delitos financieros. Jughead es aquí el inadaptado de la clase, resentido del deterioro de su amistad con Archie. También hacen su aparición, en versión pseudo-combativa, Josie y las Pussycats, un grupo musical de jóvenes afroamericanas que aparecieron por primera vez como publicación hermana de Archie, y gozaron de cierta popularidad en una serie de dibujos animados. Y Cheryl es la hembra alfa del instituto, que recientemente ha perdido a su hermano mellizo en lo que supuestamente fue un trágico accidente. Como descubriremos al final del piloto, las cosas son aún más turbias de lo que parecen.
Riverdale nos recuerda a un menú de comida rápida. Sin duda está lejos de las obras de calidad que dan premios y prestigio a las cadenas de cable, y quizá recurra a los trucos más fáciles del manual; pero resulta tremendamente efectiva y entretenida. La mezcla de referencias a la cultura popular más actual, con ecos de los éxitos de la televisión de los años 90, y los guiños a su origen en una tira cómica de 1968, supone una interesantísima mezcla que probablemente atraerá por igual a los adolescentes actuales y a la legión de viejóvenes que viven (¿vivimos?) su segunda adolescencia.
Movistar+ nos suele tratar muy bien, y esta vez nos obsequió con un tomo de tapa dura de Archie para cada uno, además de una agenda con diseños corporativos; y un catering de temática americana repleto de perritos, hamburguesas y bagels (ya os dije que la cosa va de comida rápida). Aunque esta vez no pudimos disfrutar de la «sala noble» del edificio flagship, y el espacio quizá fue un pelín incómodo, estuvimos tan a gusto charlando de la serie y de las últimas polémicas twitteras.
Riverdale se emite los viernes en Movistar Series Xtra. Vamos, admite que la vas a ver. Estás entre amigos. 😉

Escrito por Mario Villar

Latest posts by Mario Villar (see all)
- Presentación de Elsbeth con Carrie Preston - 26 junio, 2024