Review Sons of Anarchy 5×05

Me ha gustado este capítulo. No es el mejor episodio de Sons pero tiene cierta gracia, es entretenido y va como un tiro, cuando te quieres dar cuenta ya se ha acabado. Me ha gustado que no se hayan andado por las ramas con tramas secundarias y cuenta con algunos momentos verdaderamente graciosos.

Esta podría ser la review del episodio y todos estaríamos de acuerdo pero voy a intentar ahondar más en lo que ha dado de si este Orca Shrugged. Para empezar nos encontramos, esta vez sí, después de una elipsis de tres días con Jax preparándose para ir a hablar con el Alcalde (el “malo” de la cuarta temporada) e intentar llegar a un acuerdo para poder allanarse el camino con lo de Diosa Norte, el nuevo proyecto mano a mano de Jax y Nero. La conversación sentará las bases del leit motiv del capítulo, los Sons tienen que asegurarse que los terrenos del fracasado proyecto Charming Heights no pasan a ser de uso agrario y así el Alcalde les permite plantar la casa de dudosa moral en las afueras de la ciudad.

Bien, en este capítulo, vuelven los Sons of Anarchy más gamberros, canallas y avispados. Los SAMCRO que se ganaron nuestro corazón. Primero con esa pelea Jax vs. Galaan. Al irlandés no le ha sentado muy bien que Clay haya perdido la presidencia y Jax decide zanjar el asunto como mejor sabe, a hostias. Parece ser que Jax gana porque sino, no me explico el momento MG-62 vs. Harley Davidson. Eso sí, Jax, lejos de volver a los puños calma los animos con un simple “os enviaremos las facturas de las motos”.

Sorprende ver al nuevo presi de SAMCRO estar tan calmado cuando pasa algo así, mi experiencia es que si Jax sonríe, algo se trae entre manos. Y efectivamente, unas harleys destrozadas por un loco terrorista irlandés no le chafarán el día cuando tiene planeado algo mas grande y gordo, sobretodo gordo.

Antes de continuar con el maquiavélico plan de los Sons para obtener su lupanar, me gustaría hacer un inciso, pues Gemma bien lo merece. Después de que Jax y Nero cerraran el trato de colaboración, el primero le puso la condición al segundo de dejar de ver a su madre, bien, al principio del episodio, en una breve pero intensa escena, Nero da por terminada su relación con Gemma, o eso nos hacen creer. Para colmo de males, la abuela de los Sons tiene que ir a comisaría con Clay ‘Estoy-mejor-pero-no-tampoco-tanto’ Morrow. Allí somos testigos de una escena de esas que mientras ocurren te van proyectando un flashforward en la mente. ¿Sabéis cuando en una peli de polis uno dice “me jubilo mañana” y acaba muriendo de la forma más dramática posible? Pues algo parecido pasa con Roosevelt y su embarazada mujer, que es ver al policía besar el vientre de su esposa que ya sabes que algo malo va a pasar. Total, que Gemma acaba este episodio más hundida que el Titanic, visitando a Tara para mendigar un poco de afecto de sus nietos, la única fuente de calidez humana que le queda, visto lo visto.

Volviendo con Jax, Chibs y compañía asistimos al gran momento que da nombre al episodio. Se ven involucrados un hombre grotescamente gordo, un travesti con unos senos grotescamente grandes y SAMCRO al completo con un estelar Tig en la línea del perturbado sexual que nos encandiló durante la primera temporada. La escena está muy bien, te ríes un montón y el final con el hijastro del gordo y Tig preguntando “¿por qué estas cosas siempre me pasan a mi?” acaban sacándote la carcajada y, algo muy importante, relajando el ambiente después de un inicio de temporada cargado de drama.

Prestad atención a la cara de Jax después de esta frase porque me da a mi que se le escapa la risa

Tig nos regalará otro gran momento cuando Tara y Chibs (espectacular cuando se pone las gaficas del cerca) le estén cosiendo el culo.

Y sin darnos cuentas el capítulo ya está visto para sentencia, Jax se reúne con el Alcalde Hale para pasarle las fotos de Allen Biancone, el gordo de antes. Gemma visita a Tara en plan “¿me puedo quedar a dormir?” y la mujer de Roosevelt recibe la visita de los amigos que apalizaron a Unser con un catastrófico resultado. Capítulo finiquitado, Jax acaba sentado en la silla de la cocina, con gesto abatido. No me extraña, ha sido un día largo y duro, a penas ha parado y para colmo ha acabado recibiendo de su colega de la morgue, un pecho y un pulgar, justo lo que necesitaba para hacer el día menos bizarro.

Aunque bueno, viendo como estaba yendo el capítulo, yo me esperaba una caja bomba o un poco de Anthrax para rematar la faena.

Vaya día…

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Escrito por Fran Vázquez

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