La cadena SyFy se ha embarcado en un interesante producto, a caballo entre el cine/TV y el videojuego, que intenta buscar una nueva forma narrativa adecuada a las posibilidades de la Realidad Virtual. Nos podremos adentrar en un mundo condenado: en 11 minutos y 11 segundos será destruido. Podemos seguir a uno de 6 personajes que intentan alcanzar la última lanzadera de una isla para abandonar el planeta a tiempo, y ver la historia de cada uno; pero sólo al ver cómo se entrecruzan, o qué cosas ocurren en el resto del lugar mientras tanto, tendremos la historia completa.
La presentación estuvo ambientada en el madrileño Cine Equis, antigua sala de cine para adultos (como sugiere el nombre) reconvertida en espacio cultural; nos llamaron muy gratamente la atención las mesitas para apoyar la bebida delante de todos los asientos, así como el agradable bar cuya barra, además del catering, estuvo a nuestra disposición. Como presentación, pudimos ver un episodio del programa de producción propia SyFy Games, dedicado al mundo de los videojuegos, que hablaba entre otros temas de Eleven Eleven. Además de ampliar la información sobre el título, disfrutamos mucho con el ingenio del presentador Borja Pavón.
A continuación tuvimos el privilegio de asistir a la charla de Mehrad Noori, el creador de Eleven Eleven. Insistió mucho en que lo importante para ellos era buscar un nuevo formato que aprovechara las posibilidades del nuevo medio, y una forma narrativa que sólo funcionara en ese formato; y además, que no estuviera basada en una propiedad intelectual existente, para reforzar su carácter novedoso. Además del cine, la televisión o los videojuegos, buscaron gran parte de su inspiración en una fuente un tanto sorprendente: el teatro inmersivo. Nos mostró un gráfico que mostraba las líneas temporales de los personajes, cómo se cruzan y cómo llegan a su destino (recalcando que esto no es un videojuego y que el destino de cada personaje no se puede cambiar). Entró en detalles sobre los modos de visualización; podemos pegarnos a uno de los personajes, podemos explorar libremente el mundo a pie, o podemos pasar a «modo diosa», elevarnos sobre la isla y contemplarla entera a vista de pájaro. En cualquier momento podemos pasar de uno a otro, cambiar de personaje, o teletransportarnos a una de las zonas principales de la isla. Comparó el modo diosa con una casa de muñecas vivientes o un tren eléctrico, en una imagen mental muy gráfica y simpática. También nos habló de la versión Realidad Aumentada, para la que no es necesario un equipo completo de Realidad Virtual, sólo un móvil relativamente moderno. Lógicamente en este caso no hay una inmersión tan total, pero sí permite explorar el mundo y el contenido plenamente, y además pueden verlo varias personas a la vez.
Especialmente interesante fue lo que nos contó sobre la música. Decidieron crear una partitura para cada personaje; y que la música estuviera compuesta de forma que, si los personajes se cruzaban, ambos temas encajaban de forma que sonaban bien al mezclarse. En el turno de preguntas, una de las asistentes tenía curiosidad por el hecho de que el modo diosa se llamara precisamente así; la respuesta fue que, aparte de que por qué no, en el mundo que habían creado existía una deidad femenina que algunos personajes adoran, y cuya enorme estatua preside la isla de forma que al activar el modo diosa es lo más visible, así que encajaba perfectamente.
A continuación pudimos probarlo un poco. Tengo que decir que hacerse con los controles cuesta bastante al principio, y que las circunstancias del evento (bastante ruido de fondo, un voluntarioso empleado de la casa dando indicaciones constantemente, cierta presión por hacer que en las pantallas exteriores se viera algo interesante para los demás o por ceder el turno) no ayudaban demasiado a apreciar la inmersión o a superar las dificultades. Aun así, nos hicimos una idea de lo que puede ser la experiencia plena, y ciertamente nos dejó con ganas de más.
Eleven Eleven se puede ¿ver? ¿jugar? ¿experimentar? ya mismo si tienes uno de los sistemas compatibles: SkyVR, HTC Vive, Oculus Rift, gafas para PC con SteamVR, Samsung Gear VR, PlayStation VR, o en el caso de la versión AR, iPhone 6S / iPad Pro o superior. Se puede probar gratuitamente, o desbloquear entero por unos bastante razonables 10€ en Apple Store, 13€ en Oculus, o 17€ en SteamVR y PlayStation.
Si tenéis el equipo adecuado, lo recomendamos sin dudarlo. Pero hoy por hoy y dada la relativa poca difusión de los equipos de realidad virtual, la pregunta que debemos hacernos es ¿estamos ante la killer app, ese software que nos hará a todos lanzarnos en masa a comprarnos unas gafas VR? Creo que aún queda para eso, pero sin duda, experimentos narrativos como este son pasos en la dirección correcta.
Escrito por Mario Villar
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- Golpe de revés - 25 septiembre, 2023
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