El pasado día 23 de noviembre Sensacine nos invitó al preestreno de la nueva película de Disney Vaiana; con el lujazo añadido de la presencia de sus directores John Musker y Ron Clements. Además de la nueva película, estos señores son responsables de clásicos inolvidables como Basil, La Sirenita, Aladdin, Hércules, El Planeta del Tesoro y Tiana y el Sapo. Después de Morgan, parece que esto se va convirtiendo en una costumbre. ¡Ojalá se imponga!
Inspirada en las leyendas de las islas del Pacífico, Vaiana nos cuenta la historia de la joven hija del jefe del poblado establecido en la isla Motunui. La vida en la isla claramente se le queda pequeña; cuando una antigua maldición amenaza con dejarles sin comida, Vaiana desafía las leyes de su pueblo y sale de la isla en busca de Maui, el semidiós que robó el corazón de la diosa Te Kiti, para conseguir que devuelva el corazón y así restaure la abundancia en su isla. La película es una auténtica delicia. Las imágenes de la isla paradisíaca, el océano en todo su esplenador, y la siniestra antagonista Te Ka son tremendamente bellas y espectaculares; Vaiana es una heroína encantadora e inspiradora; y su historia nos mantiene pegados al asiento de principio a fin, además de transmitir toda una serie de valores positivos.
Todos estábamos deseando oír lo que Musker y Clements tenían que contarnos; reseñar que casi todas las preguntas comenzaban con algún tipo de agradecimiento del estilo de «han hecho ustedes que mi infancia fuera mucho mejor». Nos hablaron sobre la inspiración para hacer la película: aparte de bromear sobre la elección de sitios tan maravillosos para hacer viajes de investigación, nos contaron que John siempre había estado interesado en las islas Fiji, oyó hablar por un lado del mito de Maui, y por otro de que los nativos de la zona fueron los mejores navegantes del mundo en tiempos antiguos, y después pasaron mil años sin navegar y nadie sabe por qué; y de ahí surgió el argumento de Vaiana. Mencionaron que crear una buena historia es más complicado que simular los increíbles efectos de agua de la película, que uno de sus secretos es ceñirse lo más posible al punto de vista de la protagonista, y que siempre buscan la forma de contar una historia con animación que no se pueda hacer con imagen real (algo que la tecnología actual les pone cada vez más complicado). Compararon a la heroína con la protagonista de True Grit (Valor de Ley), y la definieron como badass princess. En cuanto a los personajes, se suelen basar en gente que conocen; medio bromearon con que los villanos siempre son sus jefes, y admitieron abiertamente que el Hades de Hércules tenía bastante de Jeffrey Katzenberg, directivo de Disney en esa época. Hubo una versión de la historia en que Te Ka era una villana con diálogos, y más activa y tradicional; pero decidieron que esta película demandaba una antagonista más mítica, misteriosa y que quedara como telón de fondo.
Alguien señaló que era la primera película de los directores realizada mayoritariamente en 3D; contestaron que, al preguntar a los actuales habitantes de las islas por pintores importantes locales, les dijeron que casi no tienen, sobre todo hay escultores; entre eso y la necesidad de representar el océano como un personaje más, decidieron que lo más lógico era hacer la película animación generada por ordenador. Aun así tiene un componente significativo de animación tradicional, como el prólogo o los tatuajes de Maui. En cuanto al reparto, nos contaron que a la chica que pone voz a Vaiana, la debutante Auli’i Cravalho, la encontraron tras evaluar a otras 600 candidatas; y que fue su incorporación al proyecto lo que hizo a Vaiana dar el paso de una idea a un personaje completo. Igualmente, Dwayne Johnson hizo una magnífica labor para conseguir que Maui caiga bien, a pesar de que su personalidad e historia están cerca de hacerle resultar antipático. Declararon algo que casi todos habíamos percibido: la escena de los kakamora es un homenaje a Mad Max Fury Road. En cuanto al divertido aspecto de éstos, cubiertos con cocos, se debió sobre todo a que la idea de esa escena llegó con el proyecto bastante avanzado, y ya no tenían presupuesto ni tiempo para crear un ejército completo de personajes con rasgos diferenciados. Ambos se muestran muy sorprendidos de haber hablado en los últimos años con fans adultos, algunos de ellos con hijos, que les dan las gracias por su infancia. Nos contaron que los jóvenes animadores que trabajan a sus órdenes están extasiados de formar equipo con ellos (mencionaron cierto twit en el que uno declaraba «El niño de 8 años que hay en mí se está haciendo pis»); para a continuación relatar lo deslumbrados que estuvieron ellos en sus inicios al trabajar con gente como Frank Thomas, creador de clásicos como 101 Dálmatas con los que ellos habían crecido. Aunque no llegaron a coincidir con Walt Disney, sí trabajaron con gente que había trabajado con él. Hicieron una simpática comparación entre la tradición existente en el mundo de la animación de ir pasando el testigo y transmitiendo conocimiento de generación en generación, y la tradición similar presente en los pueblos de las islas Fiji. Nos contaron que su colaboración comenzó durante Taron y el Caldero Mágico, porque constantemente intentaban aportar ideas para la historia que no gustaban a nadie más que a ellos dos; que más adelante propusieron la historia de La Sirenita, y los nuevos directivos de entonces les encargaron un guión completo, algo muy poco usual; y disfrutaron tanto escribiéndolo juntos que surgió de forma natural la idea de dirigirla. Bromearon con que son un matrimonio feliz, y que fue John el que se lo pidió a Ron.
Resumiendo, pasamos una magnífica velada y damos gracias a los que la hicieron posible. Vaiana se estrena el próximo día 2; ¡la recomendamos con entusiasmo!
Escrito por Mario Villar
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