Noah estará muy bueno y lo que vosotros y vosotras queráis, pero loco lo está aún más.
La tercera temporada de The Affair empezó muy floja, muy muy floja. Tal vez nos malacostumbraron a depender de su poder inoptizador y adictivo disfrazado de dramanovela potente. O seguramente me equivoque, tal vez siempre haya sido una telenovela barriobajera disfrazada y no lo sepa ver con estos ojos. No todo el mundo ha podido tragarse la serie desde el principio. Pero si estás leyendo esto es porque, o bien eres una persona curiosa que no teme a los spoilers, o bien quieres saber que tengo que decir del capitulazo que acabas de ver.
Si hay una cosa que está manteniendo la trama de culebrón potente esta temporada es Brendan Fraser, si, el mismito buscador de momias. Carcelero y «amiguete» de Noah en su paso por prisión. La trama de Noah sin duda está siendo la más interesante de todas, exceptuando la odiosa francesa. En este último capítulo se ha revelado al fin lo que se podía intuir, Brendan Fraser, alias John Gunther y en mi opinión premio al mejor invitado en una serie de drama, apuntad eso Emmys, es un personaje invisible que sólo está en la cabeza de Noah, lo cual significa que todo lo que le ha pasado se lo ha hecho él mismito. Hay que estar muy loco y muy jodido para eso, y Noah lo está. Esa parte final desde que visita al verdadero John Gunther y se va dando cuenta de la verdad, sin duda va a estar en las listas como uno de los mejores momentos seriéfilos del año.
Ahora ya sólo queda uno para acabar la temporada, ¿Se delatará Helen? Yo pienso que si. Sino vaya coñazo ¡Fuego a tope, fuego a tope!
Consigue las temporadas de The Affair.
Angel Lorente Graciano
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